En términos muy simples, consideramos que un dibujo es la representación gráfica de alguna cosa, sea un ser u objeto existente, o de una idea intangible. En adición, definimos dibujar como la habilidad de observar y representar gráficamente nuestro entorno, es decir, la habilidad de ver, comprender e interpretar las cosas que nos rodean, para luego reproducirlas mediante puntos, líneas, manchas, colores y texturas.
Dibujar es un proceso al que siempre ha recurrido el ser humano, porque desde que existe ha tenido la necesidad de comprender, conocer, analizar y estudiar su entorno, pero además porque su simple práctica le genera un deleite y le permite expresar sus emociones y sentimientos.
Cabe la importante aclaración de que el dibujo no necesariamente pretende realizar una copia fiel de la realidad, sino que basta con que seamos capaces de representar ideas de forma rápida y comprensible. Son el grado de dominio técnico, la práctica y el objetivo con el que se dibuja, lo que determinan su nivel de realismo o precisión.
TÉCNICO: Su objetivo es la representación sintética de un objeto natural (existe en la naturaleza) o artificial (creado por el hombre), para el análisis de su morfología, estudio y construcción. Normalmente se realiza utilizando utensilio, herramientas y/o maquinaria especializada. Tiene múltiples aplicaciones: en la ciencia sirve para generar estudios anatómicos de personas, plantas, animales y minerales. En este caso la calidad del dibujo sí suele ser hiperrealista y se denomina "ilustración científica"; en la industria sirve para generar productos, empaques, mobiliario, utensilios; en la geografía para la hechura de mapas; en la arquitectura e ingeniería civil para el diseño, planificación y realización de casas, edificios, vialidades, etc.
ARTÍSTICO: Su objetivo es la expresión libre de emociones y sentimientos, para lo cual suele realizar representaciones no tan precisas, en cuanto la exactitud del tamaño y proporciones de los objetos que usa de modelos (naturales o artificiales), modificando su forma, color o alguna otra de sus características, para producir una emoción en el espectador. No requiere obligadamente de herramientas o maquinaria especializada, y por el contrario, dependiendo del material y técnica empleados, muchas veces puede realizarse usando los dedos u otras partes del cuerpo. Si bien, un buen dibujante es capaz de reproducir fielmente a su modelo (mímesis), también puede generar buenas síntesis del mismo, a partir de unos cuantos trazos.
Grabado: es la acción de realizar incisiones en alguna superficie (llamada plancha o matriz), con la intención de crear un dibujo o diseño que en la mayoría de los casos se quiere transferir a otro material. En otras palabras es un medio transitorio para la transferencia de imágenes que persistan impresas o labradas en otra superficie.
Junto con otras artes como la alfarería, tiene una historia que se remonta a tiempos prehistóricos. Los primeros vestigios de grabado se encuentran en Mesopotamia desde 3000 años aC (usando rodillos de piedra y madera labrados para decorar arcilla), en Egipto y China al menos desde 2 siglos aC se usaban matrices de madera para estampar sobre distintos materiales como papiro y telas. En las forjas y herrerías para la producción de sellos para marcar ropa, pieles, madera; y se usaba frecuentemente en la retratística para la representación de rostros de personas de interés público (reyes, gobernantes, criminales) sobre todo aplicado en la acuñación de monedas e impresión de billetes; el sellado y certificación de documentos oficiales, con fines rituales y gubernamentales.
Durante la Edad Media (s. V-XV), especialmente en el periodo Gótico (s. XII-XIV) surgieron distintas técnicas de grabado que permitieron la utilización de nuevas herramientas y materiales útiles como matriz (metales). Estos fueron perfeccionándose de tal manera que para el Renacimiento (S. XV-XVII) se contaba con la tecnología necesaria para la invención de la imprenta de tipos metálicos intercambiables de Johannes Gutenberg (hacia 1450), que representó una revolución en la producción masiva de libros, objetos que durante el medioevo se realizaban, escribían e ilustraban a mano, por copistas e ilustradores.
Todo lo anterior explica por qué, la existencia y desarrollo de las Artes Gráficas como oficio y técnica obedece mayormente a actividades utilitarias concretas, con fines didácticos, económicos y sociales; y hace comprensible que el grabado se consideraba un conjunto de técnicas aplicadas (a la economía y la comunicación), y no un arte expresivo (como la danza, la pintura o la literatura) ni tampoco una de las Bellas Artes, porque no es autónomo y siempre ha cumplido intrínsecamente una función práctica. Fue a partir del siglo XIX que los artistas de distintas latitudes lo han utilizado intencionalmente para la producción estética, en la elaboración de carteles, estampas y otras expresiones gráficas.
Resulta fácil confundir al Grabado y la Escultura usando conceptos para definir el arte de la antigüedad, puesto que los procedimientos y técnicas de Grabado son compatibles y compartibles con el Modelado (disciplina auxiliar de la Escultura), y permiten la creación de moldes y la consecuente producción masiva de objetos. Para desambiguar sus diferencias digamos que el objeto esculpido, ya sea en bajo, medio o alto relieve son el producto que se deseaba obtener; mientras que en el grabado la matriz es un producto necesario para la estampación: generar la estampa es el objetivo del proceso.
La Escultura es un conjunto de técnicas que tienen como objetivo crear objetos tridimensionales ornamentales con fines estéticos, en otras palabras, que su función es decorativa y para la expresión de emociones y sentimientos. Es considerada una de las Bellas Artes.
Resulta fácil confundir a la Escultura con el Grabado y el Modelado, porque estas últimas son artes auxiliares que le comparten todas sus técnicas para cumplir su cometido, sin embargo existe entre ellas marcadas diferencias: para empezar las técnicas de modelado (incluyendo sus relieves) son mayormente aditivas, pues se realizan en materiales suaves porque se hacen por acumulación y urdido (alterando el material con las manos) o por vaciado (vertiendo materiales suaves líquidos); mientras que las técnicas propiamente escultóricas son sustractivas en materiales sólidos de un solo bloque (tradicionalmente percusión y talla en madera y piedra) o por fundición de metales (por vaciado en moldes cofrados); Asimismo, la Escultura se diferencia del Grabado porque el objetivo último del grabado es la estampación del diseño de la plancha en otro material, es decir que la plancha tiene una función transitoria (auxiliar); mientras que en el caso de la escultura, la plancha y/o el volumen generado pueden ser el objeto definitivo, es decir lo que se deseaba crear.
Resumamos que la escultura, el modelado y el grabado surgieron juntos y con el tiempo fueron separándose: el modelado se especializó en la producción de utensilios (objetos con usos domésticos); el grabado en la economía (numismática) y la impresión; y la escultura en la decoración-arquitectura-expresión, pero su historia y técnicas siempre han estado ligadas hasta la fecha.
Más que otras actividades humanas, la fotografía es el resultado del desarrollo de distintas ideas, ciencias y tecnologías, que se remontan a las civilizaciones antiguas y que prosiguen evolucionando hasta nuestros días. Para conseguir la invención de una máquina capaz de guardar una imagen de manera permanente, fue necesaria la intervención de alquimistas, filósofos, físicos, químicos, ingenieros y artistas.
Igualmente que la Fotografía surgió como síntesis de conocimientos antiguos de las civilizaciones humanas (como la Cámara Oscura y los Materiales Fotosensibles), la Fotografía Digital (que se almacena en un Dispositivo Electrónico) es el resultado de la evolución natural de las tecnologías asociadas a diversas disciplinas de la física, como la óptica, la electricidad y la electrónica, pero sobre todo ha sido impulsada para satisfacer las necesidades de sectores productivos como los medios masivos de comunicación y entretenimiento, debido a la enorme importancia económica y cultural que la industria televisiva, el periodismo, la publicidad, y la amplitud de intereses económicos, políticos y sociales que representan.
Aunque en cuanto a equipo fotográfico profesional se refiere (es decir cámaras, iluminación y accesorios) hoy en día prevalece una marcada división entre artículos profesionales y de aficionado, en una 2da oleada de avances tecnológicos sin precedente, desde la década de 2010, con el triunfo de los Teléfonos Inteligentes (aquellos con pantalla táctil, procesadores computacionales, sistema operativo y conexión a internet), esa brecha ha ido acortándose rápidamente, al grado de que algunos dispositivos móviles se encuentren en igualdad de circunstancias o hasta en superioridad con respecto a ciertas cámaras fotográficas, porque estos aparatos han dejado de ser utensilios para hablar a distancia, y se han convertido más en computadoras portátiles con cámara, teléfono y la posibilidad instantánea de comunicarse con el mundo.
Es por ello que actualmente existe un nuevo debate en cuanto a si los Teléfonos Inteligentes harán desaparecer a las Cámaras Fotográficas Digitales (por su gran versatilidad y potencia en constante mejoría). Sin embargo, salvo por los profesionales y aficionados a la producción de contenido para Internet (como Bloggers, Youtubers, Tik-Tokers, etc.) los profesionales de la fotografía siguen prefiriendo el uso de cámaras digitales, por su mayor calidad y posibilidades creativas. Será el tiempo quien determine un vencedor o una nueva evolución.